jueves, 29 de abril de 2010

Del uso fraudulento de la afirmación: a mejores datos económicos globales, mejores servicios sociales. La experiencia de Kerala. Hay otras democracias.

Kerala es un pequeño estado en la República de la India y su territorio sólo supone el 1.2% del total de la Unión, su población es de 29 millones de habitantes. Tal experiencia (democracia participativa) está afectando, por tanto a un número de ciudadanos muy superior al de la ciudad brasileña de Porto Alegre. Hay dos factores muy significativos del estado de Kerala: el primero, subrayado hace ya algunos años por Samartya Sen en su análisis de "las mujeres desaparecidas", es que se trata del único estado de la India en el que hay mujeres que hombres; el segundo factor, es el triunfo del Partido Comunista en las primeras elecciones libres de 1957. Desde entonces ha habido fases de alternancia con el Partido del Congreso, mayoritario en la Unión. El gobierno comunista de Kerala ha favorecido la reforma agraria, con la particularidad de que allí permitió conservar a los propietarios de tierra hasta 5 Has, siendo expropiado el resto y entregado a los jornaleros. Otra característica notable de la evolución de Kerala en las últimas décadas es que con bajos niveles de crecimiento, en comparación con otros estados de la India, ha alcanzado altos niveles de desarrollo social, señaladamente en lo que concierne a la salud y la educación.

La base de la experiencia participativa de Kerala es la descentralización y el alto techo competencial del gobierno local en el conjunto de la Unión. El autogobierno local salió reforzado por el triunfo del Frente Democrático de Izquierdas en las elecciones de 1996, pues a partir de ese momento, el ejecutivo transfirió más de un tercio de las inversiones a proyectos y programas propuestos por las entidades locales. Si el caso de Porto Alegre sugiere una ampliación de la democracia liberal representativa con una orientación que recuerda ciertos aspectos del ideario socialista, el caso de Kerala se puede ver como una reconsideración del tipo clásico de planificación socialista mediante un proceso de descentralización que potencia igualmente el voluntariado y la participación ciudadana al tiempo que respeta las representaciones.

A diferencia de la planificación de la planificación socialista clásica, muy centralizada, en Kerala se potencia el proceso de planificación de abajo a arriba. Para lo cual se han ido estableciendo órganos de deliberación en los que se juntan representantes electos, ciudadanos de las asambleas de municipios y expertos o técnicos, que pueden ser voluntarios o funcionarios. A partir de estos órganos de deliberación se formulan proyectos, se confeccionan el plan y se deciden las políticas públicas. El acento recae en la importancia que se da a la formación de los ciudadanos voluntarios para igualar las competencias técnicas, así como en la atención que se presta a la elaboración de la base de datos obtenida por consulta directa y a la transparencia de todo el proceso, que concluye en la elaboración del plan. La transparencia en la gestión es la clave de bóveda de todo el proceso; y es sustantivo el papel de los equipos de voluntarios que, formados sin intermediación política, visitan los hogares para explicar a las familias lo que se discutirá durante la campaña y para fomentar la más alta participación. Se ha calculado que más de dos millones y medio de personas participan en este trabajo voluntario y en las asambleas, lo que es un porcentaje considerablemente alto par un estado de 29 millones de habitantes.

Del libro Guía para una globalización alternativa. Otro mundo es posible de Francisco Fernández Buey

Que no nos engañen: otro forma de democracia es posible. Otra forma de vida es posible.